lunes, 13 de abril de 2009

¿Controlar la presión arterial ayuda a preservar la memoria?

Esta es una síntesis de la entrevista que Fabiola Czubaj de la Redacción de LA NACION publicó el 4 de octubre de 2008. El informe sostiene que las afecciones vasculares cerebrales pueden asociarse con distintos trastornos cognitivos y anímicos.




Los controles médicos de rutina para las personas con hipertensión se limitan en general al cuidado de la función del corazón y los riñones. Sin embargo, el deterioro cognitivo en pacientes con lesiones en los vasos sanguíneos recibe poca atención.
"Una enfermedad cerebral de origen vascular puede producir psicosis, depresión, ansiedad y demencia, o todos estos trastornos juntos. Por lo tanto, controlarse la presión previene las alteraciones cognitivas y anímicas y si una persona quiere cuidar su memoria, debe controlarse la presión. Es un camino de doble vía", explicó a LA NACION el doctor Fernando Taragano, profesor titular de psiquiatría del Cemic.
En el cerebro, la hipertensión va lesionando los pequeños vasos. Esto provoca un proceso que termina "desconectando" los circuitos en los lóbulos frontales, que son los encargados de regular las funciones como la memoria de trabajo, la planificación y el control de las conductas, entre muchos otros.
"Los cardiólogos, en general, nos ocupamos del corazón y los riñones, pero nos olvidamos del cerebro. Lo protegemos para que el paciente no tenga un accidente cerebrovascular, pero en el camino quedan otras alteraciones que se pueden detectar en la consulta con un conjunto de tests que no duran más de diez minutos", señaló el doctor Augusto Vicario, cardiólogo del Hospital Español y asesor del Comité de Epidemiología y Prevención Cardiovascular de la Federación Argentina de Cardiología.
"El paciente hipertenso que percibe una pérdida leve de la memoria no consulta al psiquiatra, sino al cardiólogo o al clínico -agregó Vicario tras su presentación-. Si no lo estudiamos en el consultorio será muy difícil detectar a priori a la población en riesgo" de desarrollar trastornos mentales.
Una encuesta de la Federación Argentina de Cardiología entre 2500 cardiólogos demostró que el 100% de los especialistas están de acuerdo con que se debe evaluar el estado cognitivo de los pacientes cardíacos en la consulta. Sin embargo, el doctor Cerezo, de la SCBA, precisó que sólo un 40% dijo que siempre usaba tests diagnósticos para detectar el deterioro cognitivo y un 37% aseguró que lo hacía sólo cuando un paciente tenía signos o síntomas que lo justificaran.
En nuestro país, uno de cada tres mayores de 18 años es hipertenso, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2005 publicada el año pasado en la Revista Argentina de Cardiología . "Es importante que la población sepa también que el daño en las arterias que puede producir una enfermedad puede precipitar una depresión", dijo Bagnati, profesor de la carrera de neuropsicología clínica de la Universidad de Buenos Aires. 


¡A caminar!
Pero, ¿es suficiente bajar la presión alta para prevenir el deterioro cognitivo? Según Taragano, existen sólo cuatro estudios que se ocuparon del tema: dos obtuvieron resultados negativos y dos, positivos.
"Hace 45 años que sabemos que la hipertensión aumenta el riesgo de sufrir deterioro cognitivo -sostuvo- y los médicos tenemos a nuestro alcance una intervención económica y efectiva para evitarlo: el ejercicio."
Según explicó, caminar 30 minutos por día a partir de los 55 disminuye el riesgo de muerte súbita, mejora la calidad ósea, reduce la depresión y la ansiedad, y mejora la sensación de bienestar general. "En la mayoría de las personas con problemas de memoria, las causas más importantes son la depresión anímica, el estrés y la ansiedad. Da la casualidad que los tres son factores que se llevan muy mal con las arterias en el cerebro y el ejercicio ayuda a reducirlos", finalizó el psiquiatra del Cemic.

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