El aumento de la expectativa de vida nos está
actualmente presentando un nuevo desafío, la sociedad actual cuenta con cada
vez más personas mayores con enfermedades neurodegenerativas tales como
Alzheimer, Demencia y otras.
El número creciente de personas con Alzheimer en
el mundo está creando una escasez crónica de personal. A nivel mundial, el 13
por ciento de los mayores de 60 años necesitan atención a largo plazo. y según los pronósticos, el número de adultos
mayores dependientes probablemente casi
se triplicará hasta los 277 millones en 2050, según el informe de una ONG
dedicada a esta enfermedad que afecta la memoria.
La mitad de los ancianos que necesitan atención
personal tienen demencia, dijo el último informe de Alzheimer's Disease International (ADI). Como ya hemos visto
anteriormente, el Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa mortal que no
tiene cura y pocos tratamientos eficaces. Afecta a la memoria, el pensamiento y
el comportamiento, y cada vez pesa más sobre las sociedades y las economías de
todo el mundo.
Incluso ahora, el costo mundial de los cuidados
por demencia superan los 600.000 millones de dólares, o alrededor del 1 por ciento del Producto Interno Bruto
global, una cifra que sólo puede aumentar, dijo el informe de ADI. A medida
que la población mundial envejece, el sistema tradicional en Estados Unidos,
Europa y el resto del mundo, con la atención basada en cuidados
"informales" de familia, amigos y la comunidad, requerirá un apoyo mucho mayor.
Martin Prince, profesor en el Instituto de
Psiquiatría del King's College de Londres y autor del informe, dijo que las
autoridades sanitarias y de atención social necesitan admitir rápidamente que
"las personas con demencia tienen
necesidades especiales. Comparado con
otros usuarios de cuidados a largo plazo, necesitan más atención y una mayor
supervisión, todo lo cual se asocia con una mayor carga sobre los cuidadores y
unos costos más elevados. Sus necesidades
para cuidados comienzan pronto en el curso de la enfermedad, y evolucionan
constantemente con el paso del tiempo, requiriendo una planificación,
seguimiento y coordinación anticipados”,
Es por ello que se plantea que los gobiernos
deberían convertir la enfermedad en una prioridad aplicando planes nacionales y
comenzando un debate urgente sobre cómo asegurar la atención a largo plazo para
las generaciones futuras.
ADI agregó que los presupuestos para
investigación sobre esta enfermedad, sus causas, tratamiento y atención deben
multiplicarse por diez para mitigar el impacto del aumento en el número de
casos y poder tratar a tiempo los síntomas.
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